11/5/09

Invitación al desatino


Cuesta mucho escribir sobre la vida de uno, pero por momentos parece ser necesario el hacerlo, para exorcizar esos miedos que flotan, y que se elevan hasta llegar a ahogarnos. Una oración como una plegaria, como un mantra que es como un canto satánico, como una cadena llena de hilos finitos, como pelos de un ahogado sin llegar a ser hallado. Marcar la opción errada no siempre es definitivo, abre puertas y nos presenta el vacío como cuando hay que enfrentar a un búfalo, a un minotauro en un laberinto de besos y caricias. Llenas las lágrimas es cuando empieza la poesía para mí, estado de sitio terminal de mi presencia en la tierra, hervor de hervores, fiebre sempiterna adornada con bucles de caramelo, adornada con gravámenes de vidas pasadas siempre recurrentes.


Pienso en tí y me inundo de recuerdos bellos, sagrados como pasos, instantáneas de golpes y reveses, siempre frenético al despertar y torcido como un resorte, ángel de voz tenue te extraño.


1 comentario:

Gabriela B. dijo...

Asu, ahorita nomas, quien diría...