10/4/08

Aberratio ictus

Los hombres sin arte son robots. Marshall Mac Luhan


Soy un artista nato. Soy literato, he leído tanto como para soportar a los críticos, que no pueden hacer mella puesto que soy irreconocible, inclasificable, indescriptible. Referentes literarios, pocos visibles, todos inauditos. Mi temática aunque suene medio trillada es de lo más trascendente, pues se vuelve cada vez más humana, más terrestre. Mis palabras son comunes y componen sentidos que buscan hacer transparentes los colores. Mis estímulos vienen de la calle y se disuelven en atmósferas plagadas de sonidos vivos, como mi cuerpo y el de los y las demás.

Un artista plástico, con tantos recursos como arenas en las costas, que ve y vuela agarrándose de los árboles, de las copas de ensueño de galerías perpetuas que vienen y vienen y vienen. Tan feliz que vuela. Recursos sobran si lo que se tiene es una madeja por desmadejar. Con ellos deconstruyo asiduamente mis sueños y me pongo en plan de arquitecto, para dirigir mi destino hacia otros reinos. Lo básico emerge como pompas que deben ser acomodadas pacientemente en anaqueles. Pronto veo aviones y luces, carros, perros, flores y mariposas que son borroneados según el temperamento.

Soy dúctil, mi cuerpo sirve y la actitud está también. “Voy a ser Drag Queen”. Y comencé a volar.

Rudy Rodríguez, Martika, Suzanne Vega de cabellera intensamente negra. Pómulos y perfil trizados por el tiempo tras la sutil persecución que desemboca en el teatro No y pastiches estilo emo. Sadomasoquismo bestialista, con seca fijación por lo ecuestre. Cuero sobre altos pedestales, como atalayas. Amazona, mantarraya, musa arrabalera, siempre con el trasero ceñido. Dancin, laughin, drinkin, lovin. Marco Almendra

Todo iba de concha su madre (según yo) hasta que me permito intimar mis proyectos a un amigo. Como quien jode acerca de qué huevadas teníamos proyectadas le digo: “oye, voy a hacer dragqueenismo”. Una más, habrá pensado él, pero por eso se lo recalqué. “¿Qué pasa si me vuelvo drag queen (si travestido me doy mis paseos nocturnos por las discotecas, recogiendo halagos y vituperios)?”. El huevón me respondió simplemente: “Te jodes”.

Sobrevino un flashback. Papá, mamá, hermanos,esposa, hijos, hijas, tíos tías, amistades. Pensé en los posibles empleadores que posiblemente me descartarían al olfatear ese algo que está más allá, más adentro, esa faceta oscura, y que no se halla en la hoja de vida. Pensé en ese barrio que me ha visto hacerme viejo,en esas tías sapazas que me verían como la peste, haciendo cuestión de estado de mi vida privada. Pensé en mi futuro académico profesional, en los ilustres profesores que me transmitieron el conocimiento que me saque de la mediocridad; pensé en tantas huevadas que casi me da un soponcio.

A partir de ese instante saco pecho, demuestro tanta virilidad que las chibolas me miran (cosa que nunca han hecho). He decidido cambiar mi vida por este país, por la sociedad y por los niños, que son nuestro futuro. Deseché mis pensamientos anarquistas también en pro de la unidad familiar. Desde entonces soy un nuevo ser. ; P

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